¿ QUE ES EL BICENTENARIO ?
Es la celebración que Colombia llevará a cabo el 20 de julio del año 2010 para conmemorar los 200 años de las diversas dinámicas sociales que dieron lugar a nuestra independencia de España e instauración del sistema democrático que nos ordena como comunidad.
ÁNIMOS
INDEPENDENTISTAS
El conflicto que condujo a la independencia de España se desarrolló en Colombia entre 1810 y 1819. Cuando Napoleón invade España, el repudio popular - allá y aquí - al Pacto de Bayona (l.808), por el cual se protocolizó la abdicación de Carlos IV, hace la coyuntura favorable al ánimo independentista.
Había de antaño malestares de diverso tipo: la exclusión de los criollos de toda participación en el gobierno; el peso excesivo de los impuestos; el monopolio del comercio que desazonaba a ingleses, holandeses y franceses, y que generaba además factores estructurales de recesión; así como el absolutismo, que campeaba a contracorriente de las nuevas ideas liberales, fueron factores que impulsaron la independencia de Colombia.
Esta fecha se institucionalizó en 1873, sesenta y tres años después para tener una fecha en el calendario, en donde se recordara para siempre el día en que el país comenzó un nuevo capítulo de su historia.Cumplir el doble centenario hace más importante la conmemoración. El siglo, como escala de medición histórica, nos asombra pues crea un lapso que está en el límite de la existencia humana: más allá de los cien años solo pueden seguir existiendo las sociedades, las culturas y las creencias. No el ser humano como individuo. En este sentido, solo la memoria pública se convierte en el garante de recuerdos que se hacen colectivos porque significan y dan sentido a una comunidad que dura más que sus miembros. Es inevitable, entonces, que un país que en su forma presente cuanta ya con dos centenares de años, esto es, varias generaciones de seres humanos, deba preocuparse por mantener y actualizar su memoria común: solo con ella pueda darle sentido a ese transcurso que, a pesar de los cambios que contiene, no deja de ser una única duración: la Colombia republicana.
Esta conmemoración, por lo anterior, se sale de los cauces y disciplinas de la vida cotidiana; así mismo, supera el calendario público anual de celebraciones, pues solo cada cien años se recuerdan unos eventos, unas fundaciones, con especial atención y con mayor boato. La función de la fiesta, en este sentido, es vigorizar al tiempo que refrescar la memoria común.
El Ministerio de Cultura entiende así la importancia de esta conmemoración y por ello formula un programa especial de actividades. Estas siguen un solo concepto: nuestra historia debe tener futuro. La memoria, por lo tanto, se convierte en la condición tanto de la reflexión sobre la democracia que hemos venido construyendo en estos doscientos años como en el patrimonio con el que debemos enfrentar el porvenir.
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